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¿Creéis que una característica inherente de los grandes empresarios es que no tienen miedo al fracaso? O, quizás, es que han conseguido aprender de los obstáculos más comunes del emprendimiento durante su carrera y, aunque el humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, esperamos que reuniendo los 10 errores universales más frecuentes de un emprendedor podáis sortearlos.

¿Qué es un emprendedor?

Aunque ya tenemos un estudio exhaustivo en la Lexington Magazine sobre qué significa ser emprendedor y las principales diferencias entre esta figura y la del empresario, os refrescamos la info.

Un emprendedor es aquel que, tras descubrir una oportunidad de negocio, organiza una serie de recursos para darle inicio a un proyecto empresarial. Aunque, si necesitáis una definición más pasional, el alma de emprendedor es esa chispa en todo empresario o apasionado de su sector, siempre buscando nuevas maneras de hacer las cosas, de cubrir necesidades y de empezar una revolución.

Y, como con ejemplos es todo más fácil, estos 10 jóvenes emprendedores españoles son la descripción gráfica perfecta de emprendedor de éxito. ¿Habrán cometido ellos uno de estos errores más comunes de un emprendedor? 🤔

Errores más comunes de un emprendedor

Sería extremadamente difícil (o imposible) hacer una lista de todos las meteduras de pata que podéis cometer en vuestra carrera, pero hemos recopilado 10 de los errores más comunes de un emprendedor para que vosotrxs no tengáis que hacerlo.

Creer que una idea brillante es suficiente

Es mucho, sí. Es, de hecho, la parte más importante y el concepto central por el que tenéis que sentir verdadera pasión, pero una idea creativa e innovadora no lo es todo. Construir unos cimientos sólidos, contar con buena inversión e, incluso, elegir al mejor socio para vuestro negocio.

Novedoso no implica necesariamente rentable

Y es por eso que elaborar un plan financiero es tan importante y, sobre todo, mantenerlo vivo. Os dejamos la guía básica elaborada por nuestra CFO, María Abraín, con el fin de que evaluéis la viabilidad de vuestro proyecto, la rentabilidad del mismo… y no caigáis en uno de estos errores tan comunes de un emprendedor.

Considerar que un buen producto o servicio se vende solo

Aunque es imprescindible contar con una buena materia prima, para que se venda, es vital construir una estrategia adecuada a su alrededor. Por eso, en el momento en el que elaboréis vuestro plan financiero, también deberéis dibujar a mayor escala un plan de negocios, en el que se incluyan epígrafes como un estudio de mercado, la estructura de vuestros recursos humanos, la estrategia de marketing y comunicación…

Pensar que se puede con todo

Poner en marcha un buen proyecto requiere un gran esfuerzo en diferentes ámbitos, imposibles de controlar por una sola persona. Formad un buen equipo de profesionales especializados en diferentes ámbitos y ellos os catapultarán hacia el éxito.

Resistencia al cambio

Mantener una mente abierta y flexible, que no se niegue a ver los cambios en el mercado, en el contexto sociocultural y en las necesidades de vuestro público es primordial para que el producto o servicio por el que habéis apostando tanto no quede obsoleto. ¡La rigidez es uno de los errores más comunes de un emprendedor!

Vivir ajeno a las cifras

Hacemos check en la parte creativa, en la mente estratégica y en las dotes de liderazgo, pero no olvidéis que, para mantener el control de vuestro negocio, debéis ser conscientes en todo momento de, por ejemplo, cuáles son los costes derivados de vuestra actividad, los beneficios… Para ello, seguir en una formación constante en alguna de las mejores escuelas de negocio en España es altamente recomendable para todos los emprendedores ahí fuera.

Cerrar los ojos a la realidad

En el éxito de todo negocio intervienen multitud de factores; algunos incluso completamente alejados de vuestra actividad empresarial pero que, inevitablemente, afectan a las dinámicas de vuestros proveedores, socios, empleados, clientes… Aunque sea imposible controlarlos todos, debéis considerarlos para tener una visión realista del futuro de vuestra empresa en diferentes escenarios y poder actuar en consecuencia.

La falta de motivación

Emprender por necesidad resta un potente motor a vuestro proyecto. La ilusión y el esfuerzo son de las armas más poderosas para ganar la batalla del éxito. Y, para mantener esta chispa siempre viva, contar con un equipo de trabajo eficiente a vuestro alrededor que, no solo os empuje hacia delante, sino que se conviertan en verdaderos prescriptores de la marca y de vosotros mismos como líderes debería ser top en vuestra lista de prioridades.

Poner límites a tu negocio

En un mercado cada vez más global, no tiene sentido cerrarnos puertas o dejar pasar oportunidades. Este aspecto, sin duda, es uno de los errores más comunes de un emprendedor. Para aprovechar al máximo todos los recursos al alcance de nuestra mano, el marketing digital y los últimos avances tecnológicos serán vuestros mejores aliados.

Insistir en los mismos errores

Aunque os sintáis orgullosos de vuestra idea de negocio, puede que vuestro público objetivo no lo perciba de igual manera. El análisis DAFO es una herramienta excepcional en este caso. Si veis que cierto proyecto o estrategia no acaba de despegar, analizar sus fortalezas, debilidades, amenazas y oportunidades puede daros una visión mucho más amplia que os ayudará a encontrar la solución óptima. Tras este análisis, elaborad un plan de acción para incorporar todas las conclusiones a las que hayáis llegado e implementar una de las estrategias que plantea el DAFO.

Buenas prácticas para ser emprendedor

Además de evitar caer en estos errores comunes de un emprendedor, hay algunas iniciativas que podéis tomar activamente para añadir leña al fuego de manera constante.

Networking

Contar con una red de contactos fuerte, bien nutrida y que se vaya ampliando más y más cada día puede reportar muchos beneficios a vuestro proyecto. Y es que no solo os brindará infinidad de oportunidades como nuevas inversiones, acuerdos de colaboración y nuevos clientes, sino que ese círculo de confianza podrá ampliar mucho la perspectiva con la que miráis hacia vuestro sector, vuestro producto o al mercado en general. Si dos cabezas piensan mejor que una… imaginad lo que pueden hacer decenas y decenas de mentes con distintos puntos de vista. ¡Magia!

Espacios de trabajo

Aunque aún os encontréis en las primeras fases de vuestro proyecto, vuestro equipo no esté del todo completo o afianzado y no tengáis una estrategia de workplace que seguir, contar con un espacio de oficina para «hacer equipo» puede reconducir el éxito de vuestro proyecto… hacia muchos fines distintos.

Aquí es donde los espacios de trabajo flexibles juegan su papel más importante: networking, módulos de trabajo, flexibilidad en contrataciones y espacio, posibilidades de crecimiento… podréis, por ejemplo, empezar en una oficina híbrida más pequeña con pases de acceso para que el equipo rote, alquilar una sala de reuniones incluida en vuestro bono para los get-together mensuales y aprovechar los numerosos beneficios de formar parte de una comunidad premium durante la primera etapa de vuestro proyecto.

Presencia de marca

En todo caso, si creéis que vuestro emprendimiento aún no requiere de un espacio físico, no renunciéis a que vuestra compañía y los nombres de las mejores zonas de Madrid y Barcelona vayan de la mano. Contar con la expertise de operadores flex para vuestras gestiones del día a día, aunque sea a distancia, puede ayudaros mucho durante estos primeros pasos. Domiciliación de sociedades, atención de llamadas, oficina virtual… packs diseñados a medida con acceso a zonas de trabajo común y salas de reuniones para esos momentos en los que el brainstorming es imprescindible.

 «El fracaso te da la oportunidad de empezar de nuevo, con más inteligencia».

Henry Ford

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