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05/06/2014

En un mercado tan competitivo en el que los usuarios son cada vez más exigentes, éstos ya no se interesan únicamente por tus productos o servicios, sino que esperan algo más, un plus, un valor añadido que les ayude a obtener una experiencia gratificante. Pero, ¿esto cómo se consigue?Para diferenciarte de tu competencia ya no basta con ofrecer productos de calidad, bajar los precios o dar las máximas garantías. La clave está en crear vínculos emocionales con el público, en generar empatía a través de una serie de valores que logren seducir al cliente. Para ello, es necesario conocer en profundidad el producto o servicio, destacando así las experiencias que esconde y saber qué motivaciones de compra llevan al usuario a tomar decisiones, de ahí la importancia de investigar al target.Las marcas que son percibidas por los usuarios como extraordinarias, aquellas que logran fans en lugar de clientes, son las que, lejos de vender productos o servicios, promueven experiencias, venden emociones. Está demostrado que las compras de experiencias son más placenteras y, además, derivan en un mayor porcentaje de recomendación. Esto tiene un porqué, pues las vivencias transcurren en la mente del consumidor y, como tal, son únicas e irrepetibles, tienen un efecto a largo plazo y además, cuando se recuerdan se tiende a idealizarlas.Hay que saber que, ante la posibilidad de elegir, el usuario siempre se decantará por los servicios o productos que le proporcionen emociones y sensaciones durante el proceso de compra o también durante su uso. Los usuarios no compran lo que hace la empresa, sino el cómo y porqué lo hace. Es aquí donde toma especial relevancia la creatividad y que estrategias como el storytelling (contar historias) sean tan acertadas y logren conectar emocionalmente con el público.El concepto de clientes se desvanece, si quieres ganar fans o seguidores incondicionales de tu marca debes crear comunidades, evaluar lo intangible, asentarse en el imaginario de los usuarios, hacerlos disfrutar y lograr que te recuerden para poder recomendarte a sus conocidos. Si bien es cierto que en ciertos sectores las experiencias pueden ser más apasionantes, en todos los negocios se pueden vender emociones, sólo hay que encontrar la llave para que tu marca capte evangelistas.

“El vendedor de éxito se preocupa primero por el cliente, y luego por los productos”

(Philip Kotler) 

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