En este artículo
La movilidad, la digitalización y la flexibilidad son tres conceptos que van muy ligados con la manera en la que entendemos actualmente el trabajo. De ahí que hayan nacido nuevos términos como el de “trabajo líquido”.
Pero, ¿qué es exactamente el trabajo líquido y, más importante aún, cómo se combina con la época que vivimos en estos momentos? Hoy, en Lexington, queremos hablarte justamente de este término.
¿Qué es el trabajo líquido?
El trabajo líquido es la nueva forma de entender la actividad laboral, tanto para las empresas como para los equipos.
Para explicarlo de la forma más sencilla posible, se puede decir que esta nueva realidad cuenta con tres pilares: la digitalización, la movilidad y la flexibilidad.
- La digitalización. Los negocios se están transformando digitalmente, evolucionando hacia una empresa más tecnológica.
- La flexibilidad en el horario es otro de los pilares del trabajo líquido; una jornada que se adapta a las nuevas necesidades y da más margen a los empleados.
- La movilidad. Estamos siendo testigos de cómo cada vez es menos relevante estar presentes al 100% en la oficina, las oficinas flexibles y el modelo de trabajo híbrido se han convertido en una realidad con garantías.
Trabajo líquido para una sociedad líquida
A principios del siglo XXI, el sociólogo Zygmunt Bauman hablaba de lo líquidos que se habían vuelto la modernidad, la sociedad y el amor. Y hoy, debido a la pandemia, hemos visto cómo este estado se ha hecho más evidente que nunca también en el trabajo.
Pero, ¿qué son las realidades líquidas? Bauman quería contrastar la verdad de la vida de hace algunas décadas con la actual; y no cabe duda de que la primera era más sólida.
A mediados del siglo XX el trabajo y el amor eran para toda la vida, la sociedad era sólida y su estado no se alteraba con facilidad. Conforme han ido pasando los años, esa realidad se ha ido diluyendo y pasando a ser líquida.
Un mundo más provisional, donde las novedades y los cambios son constantes. Y esto se ve claramente, tanto a nivel de la sociedad en general, como de una forma más específica en lo referente al trabajo.
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¿El trabajo líquido es algo negativo? No.
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Vivimos una época en la que muchas tareas no se tienen que realizar desde un entorno físico. Por eso, las empresas líquidas buscan un nuevo concepto de espacio: la oficina líquida, versátil y flexible; que puede ser modificada según las necesidades del proyecto o del equipo de trabajo en concreto que lo ejecute y que se adapta a cualquier imprevisto.
“No se trata de ser mejor que otra persona, se trata de ser mejor de lo que eras el día anterior.”
Frances Ondiviela