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Compartir éxitos y quebraderos de cabeza (que siempre los hay) es mucho mejor si lo hacéis en compañía, y es por eso que muchos empresarios se plantean a lo largo de su carrera (o al comienzo de su proyecto) incorporar un socio a su equipo. Sentirse respaldado, tanto al inicio como durante todas las etapas del camino, conseguiría mejorar su productividad y motivación, y hasta las celebraciones sabrían de otra manera, ¡prometido! La pregunta es: ¿cómo escoger a un buen socio para tu negocio? ¡Hoy os lo contamos!

Tipos de socio para tu negocio

Como sucede con cada decisión importante para vuestra empresa, como qué estructura organizativa escoger o qué modelo de trabajo implantar, las posibilidades son infinitas. Cada proyecto de negocio es un mundo y tiene unas necesidades que son casi como su huella dactilar, ¡única e irrepetible! Por ello, cada compañía, empresario o emprendedor necesitará un socio con unas cualidades muy específicas.

Aunque el abanico se nos hace inmenso, podemos agrupar los distintos tipos de socios en dos grandes grupos:

Socios con responsabilidad ilimitada

Estos figuran en el contrato de sociedad y forman parte de la inversión y de la repartición de beneficios, aunque cabe destacar que deberán responder de cualquier deuda o cargo en el que incurra la empresa no solo con dicha suma, sino con todo su patrimonio.

Socios con responsabilidad limitada

De igual manera, estos socios también formaron parte del capital inicial de la compañía, pero, a diferencia de sus compañeros con responsabilidad ilimitada, si la empresa dejara de ser rentable o entrara en concurso de acreedores, no tendrían que responder con ningún capital extra que no aportaran en su momento.

También podemos diferenciar otros dos tipos de socio, una división relacionada con su papel dentro de la compañía. El socio trabajador juega un papel esencial en la gestión y titularidad de la empresa, mientras que el socio meramente capitalista solo inyecta dinero o bienes al proyecto, sin estar involucrado necesariamente en el día a día.

Funciones de los socios

Es muy importante que, si estáis pensando en escoger a un buen socio, tengáis muy claras las funciones que desempeñarán en vuestro proyecto, así como sus derechos y poderes.

Por definición, el socio tiene derechos sobre el patrimonio y/o ganancias de la empresa, aunque también tiene ciertas responsabilidades que cumplir para que el negocio prospere.

Las funciones de los socios, sin embargo, no podrían ser más diversas. Si el socio forma parte activa de la compañía, es decir, trabaja día a día en el proyecto, sus responsabilidades diarias pueden pasar por:

  • Planificación de la estrategia, con el fin de cumplir los objetivos, exprimir todo el potencial y gestionar los recursos de manera eficiente y rentable.
  • Organización de la compañía y del proyecto, eligiendo la estructura que mejor se adapte al equipo y a las necesidades del contexto.
  • Análisis financiero para estar siempre preparados ante cualquier imprevisto, valorar ganancias y pérdidas y estar atentos a las proyecciones para mantener la sostenibilidad de la empresa.
  • También tienen que ser parte del departamento de recursos humanos, ideando y apoyando iniciativas de atracción y retención del talento, y supervisando que se cumplen las normativas y los objetivos dentro de cada equipo.
  • Incluso adoptarán el papel de relaciones públicas, actuando como imagen de la empresa y de la marca en eventos, entrevistas, notas de prensa…

Ventajas y desventajas de tener un socio

Como era de esperar, toda decisión que toméis para vuestra compañía tendrá unas ventajas y, seguramente, otras tantas potenciales desventajas a tener en cuenta. Por eso es importante hacerse una lista con los pros y contras.

Escoger un buen socio para el equipo directivo no iba a ser diferente y, aunque las ventajas de contar con una mente más al frente de vuestro proyecto, hay algunas situaciones que podrían considerarse dignas la columna de contras.

Algunas de las ventajas que destacamos al escoger a un socio para vuestro negocio son el apoyo a todos los niveles (financiero con capital extra, en las tareas del día a día, en decisiones importantes…), la variedad de puntos de vista para localizar errores o nuevas oportunidades, la capacidad de delegar y repartir responsabilidades según las soft skills de cada uno… en definitiva, tener un socio facilita procesos, descarga hombros y combina habilidades para darle una perspectiva fresca y resolutiva a la compañía.

No obstante, es inevitable que, al contar con dos o más figuras de poder al frente de un mismo proyecto de negocio, surjan conflictos de vez en cuando: quizás una falta de coordinación en la toma de decisiones, confusión por la dualidad de líneas de poder, o incluso disputas o conflictos personales. Aunque todo el equipo tenga claras sus funciones y se limiten a crear lazos estrictamente profesionales dentro de su espacio de trabajo, somos personas, y este tipo de rencillas pueden aparecer. No suponen el fin del mundo, por supuesto, pero son la razón principal por la cual escoger al socio perfecto para vuestro negocio es tan importante. 

Cualidades y características que debe tener tu socio

En el amor y en la guerra todo vale, pero en el mundo de los negocios, one size does not fit all. Aunque haya algunos requisitos imprescindibles que sí o sí debe cumplir vuestro nuevo socio, debéis tener muy en cuenta el momento en el que se encuentra el proyecto, vuestras necesidades y las personalidades del equipo.

Las hard skills pueden aprenderse, pero las soft skills son algo intrínseco de cada uno, ¡e igual de importante! Aquí, las básicas:

  • Vuestro nuevo socio debe tener unas capacidades comunicativas impecables, no solo para cerrar acuerdos con nuevos partners, sino para que ambos os entendáis a la perfección.
  • También tiene que mostrar una pasión feroz por el proyecto, por implicarse en él y por seguir haciéndolo crecer, pues este es un rol a largo plazo y de esta nueva incorporación se esperarán las ideas revolucionarias que hagan despegar la compañía hacia lo más alto.
  • Ambos tenéis que complementaros a la perfección, y esto es un trabajo casi interno. Lo que a vosotros os falle, buscadlo en vuestro socio, y viceversa, pues así es como se construye la dupla perfecta.
  • ¿Necesitáis alguna pincelada más? No os perdáis este artículo de Forbes sobre cuáles son las cualidades de un socio ideal.

Si creéis que ahora es el momento de escoger un buen socio e incorporar talento a vuestra compañía y contar con dos manos más a vuestro lado, llevando el timón, probablemente es porque sí sea el momento perfecto. ¡Esperamos haberos inspirado a dar el paso!

Y, si este nuevo buen socio os susurra que es hora de apostar por los espacios flexibles para vuestra nueva sede en Madrid o Barcelona… quizás también sea porque es el momento perfecto. ¡Ahí lo dejamos!

«Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado.»

 

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